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Nuestra Historia

desde 1895 llevando descanso a los hogares

En 1888 llega a Buenos Aires de su Italia natal nuestro bisabuelo “Donato Bárbaro”. Durante unos años aprende el oficio de cardar lana.

Recorriendo los barrios a pie, llevando consigo su cardadora, convirtiéndose en uno de los pioneros en fabricar colchones a domicilio.

En 1895, Donato se instala en el barrio de Almagro donde se encuentra el actual negocio y, utilizando su apellido nace “COLCHONES BÁRBARO”.

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Nuestro abuelo Elías, hijo de Donato, es quién entre los años 1930 y 1950 le da el verdadero impulso al negocio, aprendiendo además de cardar, el oficio de tapicero y creando el primer somier con resortes que se colocaba dentro de las camas, reemplazando a los antiguos elásticos metálicos de flejes o tejido de nido de abeja.

Por aquellos años, y tomando ideas de los barcos que venían de Europa, comenzaron a fabricar los primeros colchones de resortes a los que se les agregaba lana para que sean más cómodos y más duraderos.

Pasaron los años y el que llevó adelante el negocio con mucho esfuerzo y abnegación fue Rubén, hijo menor de Elías y nuestro padre; aggiornando los modelos de resortes e incorporando los colchones de espuma de alta densidad.

Ya en los años 90, nos sumamos a la empresa, junto a nuestros padres, Rubén y Susana, siguiendo el legado familiar, fabricando todo tipo de colchones de resortes, espumas, látex de 55 kg. y con memoria, como también colchones especiales para personas con patologías como son la fibromialgia, cervicalgia, problemas lumbares y colchones reforzados para personas con sobrepeso (más de 150 kg.).

Atendemos hoteles, hospitales, ortopedias, geriátricos, entre otros; dándole a nuestros clientes mayoristas y minoristas, un trato personal y especializado, demostrando que la frase “la veracidad nos dará el prestigio” no se agota en el tiempo.

Nuestro lema es que: “En nuestros colchones se duerme Bárbaro” y es el deseo real de toda nuestra familia.

Diego y Gustavo Bárbaro

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